Parece que hace una eternidad, pero no. Hace un año se iniciaba el brote más extenso de sarampión que sufrió la Argentina desde que el país había sido declarado libre de circulación endémica, hace dos décadas.
Ahora hay buenas noticias: pasaron tres meses desde que se registró el último caso, y estamos en vías de recuperar el estatus de país libre de sarampión: el ministro de Salud de la Nación, Ginés González García, y miembros de su equipo presentaron ante la Comisión Regional para el Monitoreo de la Sostenibilidad y Re-verificación de la Eliminación de Sarampión, Rubéola y Síndrome de Rubéola Congénita de la OPS/OMS la evidencia, informó Télam
El brote
Es una enfermedad altamente contagiosa causada por un virus que se reproduce en la nariz y en la garganta; cuando una persona tose, estornuda o habla, las gotas infectadas se expulsan al aire, donde otras personas pueden inhalarlas. Y si caen en una superficie, y otras personas la tocan y luego se tocan ojos, nariz o boca, pueden contagiarse... ¿Te suena? No, no estamos hablando de covid-19; es la descripción del sarampión. Sigue: es tan contagioso que, si una persona tiene la enfermedad, el 90% de los que estén cerca que no tengan inmunidad también se infectarán.
Los casos del brote que acabamos de eliminar fueron en total 179. De ellos, 123 en 2019, y 65 en 2020; casi todos en la Ciudad de Buenos Aires, y en algunas zonas de la provincia de Buenos Aires. ¿Te parecen pocos? Recordá que también covid-19 empezó con un caso... La gran diferencia: para prevenir el sarampión hay vacuna.
Hay un dato importante: el resurgimiento del sarampión no fue un problema nacional. Por el contrario, varios meses antes de que apareciera el primer caso, y según datos de Unicef (Fondo de Naciones Unidas para la Infancia), en los tres primeros meses de 2019 se registraron más de 110.000 casos en el mundo, casi un 300% más que en el mismo lapso del año anterior. Y para el 9 de noviembre del año pasado, Brasil había confirmado en nueve meses 11.887 casos, la mayoría en San Pablo.
“En nuestro país el brote se originó a partir de la presión epidemiológica de países limítrofes, por medio de movimientos migratorios y desplazamiento de las personas (turismo, por ejemplo). Ello se sumó a la falta de disponibilidad de vacunas durante 2018 y 2019 -explicó a LA GACETA Andrea Lascano, de la Dirección de Epidemiología de la Provincia-. Por suerte, Argentina tenía tasas altas de vacunación en general y muy buenas coberturas; eso ayudó a contenerlo”.
Siete meses duró el brote: el 19 de marzo, el mismo día que se iniciaba el Aislamiento Social Preventivo Obligatorio por covid-19, se registró el último caso, y no fue casualidad.
“Además de la vigilancia epidemiológica y la vacunación, influyeron las medidas sanitarias implementados junto con el confinamiento y la suspensión de los viajes. El brote brasileño no se detuvo”, señaló por su parte Ricardo Cortez, jefe del Departamento de Inmunología del Siprosa.
¿Cómo se pudo frenarlo?
“Se utilizaron diferentes estrategias; se trabajó en la investigación epidemiológica, y en la búsqueda activa de casos y su bloqueo rápido -explicó Lascano-. Además fue clave la campaña intensa de cobertura de vacunación, que incluyó una dosis 0 para los bebés de entre 6 y 11 mesas en las zonas de brote (y que incluyó a los que debían viajar hacia allí, o al extranjero)”.
“Para lograrlo hemos provisto las vacunas suficientes a lo largo y a lo ancho del país”, afirmó González García, y agradeció al sistema de salud de toda la Argentina, al epidemiológico y a los vacunadores que llevaron a cabo acciones casa por casa.
“El brote casi no salió de Buenos Aires, porque el sistema reaccionó bien y las acciones de bloqueo e inmunización fueron muy eficientes; además”, resaltó Cortez y agregó: “la provincia siempre tuvo buena cobertura, pero es crucial mantenerla y mejorarla. La pandemia no es el único problema que enfrenta la salud pública, y no debemos bajar la guardia”.
“Es muy importante que los niños reciban las dos dosis de la triple viral , que protege del sarampión, de la rubeola y de las paperas -agregó-; la primera dosis deben recibirla a los 12 meses y la segunda (que es fundamental para completar la inmunización) a los cinco años. Todos los vacunatorios de la provincia cuentan con todas las vacunas del calendario y toman los recaudos para prevenir covid-19”, resaltó.
Para que no vuelva más
Las acciones para que no se repita la historia son sencillas. “Lo primero que debemos conseguir es educación sanitaria en la ciudadanía para lograr que se completen los esquemas de vacunación”, destacó Lascano. Y eso no sólo atañe a los niños (ver “Quiénes.. ).
“Si se detectara algún caso otra vez, vigilancia y bloqueo de casos sospechosos”, añadió. Recordó que con el sarampión, gracias a la vacuna, sí es posible lograr ‘efecto rebaño’ y proteger a las personas que no pueden ser inoculadas, como los recién nacidos o los inmunosuprimidos, por ejemplo.
“Y también, recordemos que, como el SARS-Cov-19, el virus del sarampión es respiratorio; y que las medidas que nos protegen de covid-19 deberíamos ponerlas en práctica para siempre”, resaltó Cortez.
Quiénes deben estar vacunados: los adultos tiene que actualizar su inmunización
Una de las razones que, con todos los recaudos indicados, sí te lleva a salir de casa es garantizarte que toda la familia tiene las vacunas al día. Eso incluye:
• niños de 12 meses (primera dosis)
• niños de 5 años (segunda dosis)
• adultos nacidos después de 1965 que no puedan acreditar las dos dosis.
Si están en duda, vayan al vacunatorio. Es preferible que se pongan la vacuna por las dudas; no hace daño. Se recomienda guardar los carnets. Son documentos muy importantes.